¿Por qué no hay que romper la cadena de frío de los alimentos?

La ultracongelación es la manera más eficaz de conservar los alimentos y además mantener su valor nutritivo. Con ella se consigue una temperatura de -18ºC en el interior del producto, la cual debe conservarse hasta el momento de su consumo.

Este sistema de congelación rápida hace que los cristales que se forman en las células de los alimentos al congelarse sean pequeños y redondeados y no rompan sus paredes, con lo que se mantiene el sabor, la textura y las cualidades nutritivas.

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La congelación del alimento, pasando después por su transporte, estancia en el comercio y su posterior almacenamiento en el congelador de casa, constituye la cadena de frío.

Lo que se consigue preservando la cadena de frío no es ni más ni menos que retrasar la degradación del alimento y conservar sus propiedades de olor, sabor y gusto. Así, si rompemos la cadena de frío, acabamos con esa protección.

¿Y quién es el mayor culpable de que la cadena de frío se rompa? El consumidor, casi siempre. Pocos son los que llevan una bolsa térmica al supermercado cuando compran productos congelados y/o refrigerados.

También debemos tener en cuenta la manera de descongelar, sobre todo si es alimento de origen animal. Lo mejor es pasarlo del congelador al frigorífico, no a temperatura ambiente como solemos hacer, ya que debería ser una descongelación lenta.

Algo muy importante: un producto que se descongela no se puede volver a congelar.

Esto es así porque, cuando se congela un alimento, se ralentiza la actividad de la mayoría de microorganismos que éste contiene, y cuando la temperatura aumenta, esa actividad también aumenta. Por eso, si un alimento se vuelve a congelar después de haberlo descongelado, con él conservaremos un número de microorganismos superior al que tenía de origen, con los posibles riesgos que eso implica.

Además con esta recongelación se perderían todas sus cualidades de sabor y textura.

Nuestro consejo: debemos evitar grandes contrastes de temperatura y humedad al comprar y conservar los alimentos. El uso de bolsas térmicas cuando vamos a comprar al supermercado nos será de gran ayuda.

Fuentes: http://blog.carritus.com/2012/02/la-importancia-de-la-cadena-de-frio/, http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/sociedad-y-consumo/2003/08/21/7908.php, http://elpais.com/diario/1981/08/18/sociedad/366933608_850215.html.